Tener un fondo de emergencia: ¿por qué?

Nadie es inmune a los duros golpes de la vida. Incluso cuando planificas con anticipación, tu y tu economía pueden verse afectados por un evento imprevisto. Desde que tu mascota se pone enferma, a una fuga repentina de agua, la avería de un electrodoméstico o un acontecimiento de la vida como un despido, una enfermedad o un accidente, suceden cosas. Crear una reserva de ahorro significa que puedes atender las posibles dificultades que se presentan.

Tener ahorros significa que puedes afrontar las dificultades con más calma y...


1. Evita nuevas deudas

La urgencia de cubrir un gasto es un motivo muy común para endeudarse. Si no tienes un colchón de ahorro, es posible que no tenga más remedio que pedir un préstamo o utilizar tu tarjeta de crédito. El coste de hacer esto será que pagarás más a largo plazo y agregarás presión a tu presupuesto por los pagos. No hacen falta muchas emergencias para que estas deudas se vuelvan inmanejables.

2. Reduce el estrés

Cuando llega un gasto imprevisto, si no tienes un fondo de emergencia sentirás pánico y estrés. Esto se puede evitar reservando dinero periódicamente para crear un colchón.

Tener dinero reservado también significa no tener que pagar más. Cuando no tenemos fondos disponibles para afrontar los gastos, tendemos a posponerlos. Ignorar las reparaciones del coche puede eventualmente llevar a reparaciones más importantes o a la necesidad de reemplazar el vehículo por completo. Una pequeña fuga no tratada puede llevar a un trabajo mayor...

Tener un fondo de emergencia significa asegurar que podrás hacer frente a gastos imprevistos sin estrés ni coste adicional.

Cómo establecer un fondo de emergencia

¿Cuánto deberías tener en tu fondo de emergencia y cómo se crea uno?

Por lo general, las entidades financieras aconsejan tener ahorros que puedan cubrir de tres a seis meses de salario. No todo el mundo puede conseguirlo y, afortunadamente, las situaciones que exigen tales sumas siguen siendo bastante raras. Por eso te aconsejamos que empieces ahorrando entre 1.000 y 1.500 €, que cubrirán la gran mayoría de los gastos imprevistos.

Para aumentar tus ahorros, reserva una cantidad fija asequible cada mes. Transfiera esto a una cuenta separada de tus cuentas actuales. Lo más importante es que tu dinero esté seguro, libre de riesgos y de fácil acceso. Algunas cuentas de inversión inmovilizan dinero, pero este fondo debe poder liberarse rápidamente.

Recuerda, si tienes que utilizar la cantidad por dificultades económicas, vuelve a acumularla. La forma más sencilla es realizar una domiciliación bancaria y mantener la costumbre de ahorrar cada mes. Sin embargo, si tienes deudas que te cuestan dinero, puede tener sentido pagarlas primero. Luego, construye tu buffer después de esto.

Crear un fondo de ahorro no sucederá de la noche a la mañana, así que trata de no presionarte. Adoptar buenos hábitos y ahorrar un poco cada mes marcará una gran diferencia a largo plazo.